Fa uns dies va
vindre al despatx l'últim client que m'han designat del torn
d'ofici: un home d'uns setanta anys, amb un pentinat insultant i un
considerable olor corporal.
— Usted dirá.
— Bueno, yo es
que quiero divorciarme.
— Estupendo.
Necesitaré que vaya al Registro Civil y que me traiga...
— Disculpe —em
va interrompre— , pero hay algo que creo
que necesita saber.
Vaig agafar aire,
però no pel nas.
— Seguramente no
hará falta.
I en este tipus de
coses normalment tinc raó:
— Verá, es que
mi mujer es bastante más joven que yo, treinta años más o menos, y
continuamos... ya sabe, haciendo el amor.
— Como me temía,
esta información no es relevante para...
— Quiero decir
que en el sexo nunca hemos tenido ningún problema y siempre hemos
disfrutado mucho. De hecho, aunque ahora nos estamos separando,
quedamos de vez en cuando y...
— Basta.
I no estic segur,
però crec que l'home estava tocant-se mentre m'ho contava.
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