(I)
—
Buenos días.
Dígame, recuerda usted que el día...
—
Yo no me acuerdo
de casi nada, porque ese día iba un poco hasta el culo...
—
¿Hasta el culo de
qué?
—
De cocaína, señor
fiscal.
—
Muy bien. ¿Y
recuerda usted si se llevó del supermercado un desodorante AXE, un
champú...
—
El champú sí,
pero el desodorante no. En ese súper no tienen categoría para
vender AXE... Ése creo que lo robé del Mercadona.
(II)
—
¿Recuerda haber
sacado una navaja a una vigilante del supermercado?
—
No.
—
¿No lo recuerda o
no sacó la navaja?
—
Nunca, en mi vida,
he sacado una navaja a una mujer. Y aunque ésta parecía, ya sabe,
un poco macho, hay cosas que no se pueden hacer.
(III)
—
Buenos días.
Acérquese al micrófono. ¿Trabaja usted en el supermercado...
—
Sí, señor. Yo
estaba en puertas el día que este caballero intentó llevarse unos
productos sin pasar por caja.
—
Muy bien. ¿Puede
decirnos qué productos eran?
—
Pues un champú,
un desodorante, un...
—
¿Recuerda usted
las marcas?
—
¿Pero se pueden
decir marcas?
—
Claro, señora,
esto es un juicio, no es la tele.
—
Ya, pero como me
han dicho que ahora los juicios se graban...
No, no pot ser!
ResponEliminaAi... tot, absolutament tot, pot ser!
ResponElimina