Sin
señal
Un
amigo que trabajaba en Canal 9 me llamó a los pocos días de la
visita del papa a Valencia y me contó que habían llegado al extremo
de manipular la previsión meteorológica: “A pesar de que
estábamos en alerta teníamos prohibido hacer referencia a las altas
temperaturas por si la gente se quedaba en casa y no venía a ver al
viejo”. A este punto de degradación llevó el PP la televisión
pública de los valencianos.
El
29 de noviembre del año pasado Fabra decidió cerrar la radio y la
televisión públicas en una noche-madrugada-mañana esperpéntica
que se convirtió en el principio de su larga pero constante
inmolación política y, coincidiendo con el aniversario de este
desastre democrático, TV3 estrenó en 30 minuts un reportaje
realizado por ecs!trabajadores de Burjassot en el que se
mezclaba un poco de todo y en el que se hacía cierta autocrítica.
Mira, más vale tarde que nunca.
La
noche del cierre de Canal 9 fue la noche, cosas de la vida, que más
tiempo vi aquella cadena porque, como me pasó a mí, muchos
valencianos habíamos dejado de sentir la RTVV como nuestra. Por la
burda manipulación y por la programación de mierda.
La
noche del cierre, sin embargo, me emocioné y me indigné porque me
estaban robando algo que aunque ya no sentía como mío sabía que
seguía siéndolo y porque entendía que mi desapego (provocado por
ellos) no les daba derecho a hacer aquello. Pero si soy sincero
también me reí. Me reí con Paco Telefunken que, sin ser ni una
cosa ni la otra, pasó de villano a héroe en unas horas, y con Manu
Ríos, despeinada y sin maquillar, detrás de la reja de Burjassot
como un mapache en el Bioparc intentando aparentar alguna clase de
dignidad.
Y
es que para algunos no debe haber segundas oportunidades.
Columna
publicada a Levante-EMV, el 3 de desembre de 2014
No sé si has vist moltes de les cares conegudes de Canal9 a Mediterráneo TV. Em fa l'efecte que els qui tenien bona mà a Canal9 encara la tenen i no s'han quedat sense feina. Ni s'hi quedaran mai. En fi. Va com va, com volem.
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