Dissabte,
16.30 hores
—Estoy
tirado en el sofá.
—¿Solito?
—Sí,
solito.
—Qué
mal, ¿no?
—Estoy
de guardia, así que contaba con ello.
—Entonces,
¿estás solo no porque no tengas con quien estar, sino porque
quieres?
—Sí,
soy así de adulto.
17.15
hores
—¿Has
venido en chándal?
—Le
he dicho a mi madre que iba al gimnasio.
—Joder.
17.20
hores
—Ya
sé qué quiero estudiar.
—Sí,
creo que quiero ser abogado.
—De
puta madre: lo único que necesita esta sociedad son más abogados.
17.25
hores
—A
ver, necesito que me digas si gritas así porque te duele o porque te
gusta.
—Es
que no lo sé... llega un momento en el que se confunden las dos
cosas. Tú dale un poco más fuerte a ver qué pasa.
—Vamos
a acabar en urgencias...
18.00
hores
—No
hay nada como un buen polvo para pasar la resaca.
—No
me gusta que hables así.
—Vale,
perdona.
—Estoy
de coña, idiota. Dime, ¿saliste ayer?
—Sí,
tenía el cumple de un amigo en Cánovas y, ¿sabes qué?, no me
pidieron el carnet en toda la noche. Los seguratas creen que
ya tengo dieciocho.
4 comentaris:
Ara ja sabem quan dura un polvo de Rasoir. Potser la culpa la té que ja fa massa anys que no et demanen el carnet...
Quant*
Ja haurà d'estar bo i ja haurà de follar prou bé perquè el seguisques veient.
em preocupa sobretot lo dels advocats, sobretot treu-li del cap.
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