Ahir a poqueta nit un contacte de messenger que no sé ben bé d'on havia aparegut m'obrí una finestra i vam estar xarrant uns minuts sobre vaguetats, fins que preguntà:
Colega diu: ¿de qué curras?
Rasoir diu: Soy abogado ¿y tú?
Colega diu: Yo administrativo pero ahora mismo no tengo curro, ¿te hace falta alguien para ayudarte?
L'oferiment no em va sorprendre excessivament, ja que no ha estat, ni de lluny, la conversa més rara que he tingut mai.
Rasoir diu: De momento no, sorry. He abierto mi despacho hace pocos meses.
Colega diu: Jo, qué pena, ¿te gustaría quedar para tomar algo?
Rasoir diu: Hoy estoy bastante cansado, la verdad. Mejor otro día.
El xic insistí:
Colega diu: No me importaría ayudarte estos meses sin cobrar, me aburro un poquillo en casa y no me molestaría echarte una mano.
I tornà a insistir:
Colega diu: ¿Te puedo echar una mano en el despacho? Lo digo por no estar en casa aburrido sin hacer nada.
Rasoir diu: Tampoco tengo mucho trabajo, quiero decir: es trabajo de abogado.
Colega diu: Ok, pero si tienes despacho yo puedo hacerte de secretario si quieres.
I sembla que mai en tenia prou:
Colega diu: Yo te ayudo, si no te molesta.
Fins que vaig dir allò que resultava obvi:
Rasoir diu: Me parece un poco raro, ¿no crees?
Colega diu: No es raro, la verdad es que me gustaría ayudarte en estos primeros meses hasta que encuentre algún curro y si luego te va muy bien el despacho y te hago falta ya hablamos
Rasoir diu: No sé, me lo pensaré, pero creo que es muy raro. Es que ni te conozco
Colega diu: Ya tío tranquilo, si yo no digo que me contestes ahora, jejejej, quedamos y tomamos un café, hablamos, quedamos alguna que otra vez más para tomar algo y ya me dices algo, ¿quieres?
Davant la insistència del colega decidisc escapar:
Rasoir diu: En fin, voy a hacerme la cena. Ya hablamos
Pero el colega encara tenia més coses a dir:
Colega diu: Ok, me parece bien. Espero quedar contigo para tomar algo, si quieres quedamos mañana por la tarde.
Rasoir diu: Ya veremos, que no sé cómo tengo la agenda.
I quan ja estava barallant la idea d'apropar-me al jutjat i sol·licitar una ordre de protecció, el colega decideix fer un pas més en el seu oferiment:
Colega diu: Ok, si quieres, para que sepas que te puedes fiar de mí, te paso mi currículum y allí tienes todos mis datos, y mi móvil si quieres para llamarme y quedar para tomar algo.
No vaig ser capaç de rebutjar la idea i ara tinc a l'ordinador el currículum d'un paio amb una calvície incipient que assegura fer més de dos-centes pulsacions per minut i que, tot i que té moltes paperetes per ser un psicòpata, ha demostrat ser un jove molt emprenedor.
2 comentaris:
Molt bo: la vida és un micro-relat darrera un altre.
jejeje molt curiosa la história :)
Allau té raó, els millors relats tels dona la vida mateixa.
un petó!
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