Personal domèstic

M'arriba un missatge al mòbil: “¿Te interesan mis servicios?”. I l'oferta va acompanyada d'un text explicatiu i la foto d'un tors d'un home mig tapat per un davantal amb una granera a la mà i, com no podia ser d'una altra manera, iniciem una conversa:

Jo: Es que no sé si va en serio.

Ell: Todo es en serio. Me dedico a limpiar y el tema del atuendo es a gusto del cliente. Ya sabes que hay gente a la que le da morbo.

Jo: Sí, lo sé...

(...)

Ell: En todas las casas no lo hago así, pero en todas las casas están contentos conmigo. Si estás interesado, sólo me quedan libres las tardes, a doce euros la hora.

Jo: Vaya, es un poco caro, pero el problema es que ya viene una chica a limpiar a casa.

Ell: Ok, entiendo. Bueno, si estás contento sigue con ella.

(...)

Jo: Lo que pasa es que tú estás más bueno...

Ell: Jajaja! Lo importante es que sea aseada y que lo haga todo bien, porque he oído de cada cosa... que a las casas que voy están flipando conmigo. Pero bueno, es que yo soy muy histérico con el orden y la limpieza.

(...)

Jo: ¿Y los clientes no te piden sexo?

Ell: Nooo... Todos son gente maja. Sólo voy desnudo y con delantal para planchar en casa de un matrimonio que son nudistas y me lo pidieron y yo no tengo problema. Sólo quiero trabajar.

(...)

Jo: ¿Y no pasas frío?

Ell: Hombre, esta casa está acondicionada con calefacción central y paso calor y todo.

Jo: Es curioso, sin duda.

Ell: La verdad es que esto se me ocurrió a raíz de tener estos clientes, y sin duda me está funcionando muy bien. A la crisis hay que ponerle ingenio. Desde luego, en seguida se ve si eres currante y si tienes idea de hacer las cosas de casa.

Jo: Claro que sí...

(...)

Ell: Bueno, si compruebas que tu chica de limpieza no retira los sofás para aspirar y fregar, si ves que el brillo de tus grifos y los rincones de tu baño no están impolutos o ves que las camisas no están perfectamente planchadas, avísame y vemos cómo hacemos para encontrarte un hueco, ¿ok?

Jo: Muy bien... Pero estoy contento con ella.

Ell: Entonces sigue con ella, que meter a alguien en tu casa no es una tontería.

Redéu, no cal que ho jures.