Ahir a la sauna
seca de l'spa vaig coincidir amb un xic lleugerament més jove que
jo. Hi va entrar només un minut darrere meu, i abans de seure va
girar un rellotge de sorra que hi havia enganxat a la paret i al qual
jo mai havia prestat atenció.
— Es que si no
lo pongo no me aclaro con el tiempo.
Vaig somriure i
vaig decidir ser una miqueta amable:
— La verdad es
que no me había dado cuenta de que eso estaba ahí.
Però ell tenia
ganes de xarrar:
— No jodas,
nano. En todas las saunas secas hay un reloj, porque mira —s'aixecà
i assenyalà el termòmetre— aquí dentro estamos a noventa grados,
nano, y a cuarenta... a cuarenta no-sé-qué de humedad.
Calia donar per
acabada l'amabilitat:
— Ya.
Però ell encara en
volia més:
— Yo pongo el
reloj por precaución, para no pasarme, porque esta sauna es la
que más adelgaza. Y luego, cuando salgo, me doy una ducha fría o me
pongo hielo...
— ¿Por el
contraste de temperatura?
— No, nano,
porque hace calor.
— Ya.
El xic feu una
ullada a les quatre parets de la sauna.
— En Finlandia
hay una de estas en cada casa. No he estado nunca en Finlandia
¿sabes?, pero lo he visto en el Discovery. Salía un tío, nano, que
aguantaba una hora entera en la sauna. Yo flipo. Era por algo del
bombeo de la sangre o no sé qué mierda. Decían que era un
superhombre o algo así. Superhombre de nacimiento, ¿eh?, no es que
se entrenara.
Vaig continuar
callat, però ell no:
— La verdad es
que si tienes un chalet o algo así una mierda de estas te cabe
perfectamente. Y no debe ser muy caro... total, es madera. Luego le
pones hormigón por encima para aislar y te queda una cosa muy guapa.
Jo continuava en
silenci.
— Luego le
enganchas una mierda de esas —es referia a l'aparell que produeix calor— y ya está: al tema. Aunque, ¿sabes qué pasa, tío?,
que yo no puedo estar aquí dentro más de cinco minutos, porque
tengo migrañas y movidas raras y el médico me ha dicho que tanto
calor no es bueno para mi cabeza.
Vaig aprofitar un
segon de silenci per preguntar mentre assenyalava el rellotge de
sorra:
— ¿Cuánto
tiempo llevamos?
— No tengo ni
idea, nano. Es que con ese reloj nunca me he aclarado.